Ayer por la noche nos reunimos todos en una cocina de la Gutemberg a comer pizza, yo hice dos tortillas de patatas que cayeron enseguida y Sezén hizo una especie de bizcocho turco bastante bueno. Era la despedida porque muchos se van este fin de semana a casa, y los que quedan nos vamos la semana que viene, que ya tenemos ganas de ver al novio y a la familia. Pues allí las pizzas salían del horno sin dolor, creo que me comí unas dos pizzas yo sóla, con patatas mojadas en salsa, sangría, cerveza (como no) y probé un poco de amareto, un licor italiano que sabe muy dulce. Con zumo de naranja está muy bueno. Pero de ahí si que me volví prontito, menuda carrera nos dimos Cecilia, Sezén y yo para llegar a Theater a la 1:30 y pillar el autobús. Pero bueno, hay que descansar también, que tanta fiesta no puede ser. |
sábado, diciembre 16, 2006
Cena multitudinaria en Gutembergstrasse
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1 comentario:
Hija, los alemanes tienen que tener una tradición culinaria bastante arraigada... no se si te das cuén que tus últimos posts solo tratan de comidas y agapes pantagruélicos... bwahuahuahua!
menos mal que te conozco... que si no... pensaría que lo único que se hace en Alemania es comer, beber cerveza y comer (y beber cerveza).
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