domingo, febrero 04, 2007

Las polacas nos correspondieron con una invitación a comer

Se me había olvidado decir que nuestras amigas polacas, Natalka y Ala, nos invitaron a comer en el piso de Ala una comida típica polaca. Patatas cocidas con una salsa de cebolla, filete empanado y una ensalada con mucha col y cebolla. Parece ser que en Polonia la cebolla es esencial. Estaba todo delicioso y desde aquí les digo: ¡MUCHAS GRACIAS NATALIA! ¡MUCHAS GRACIAS ALA!
Seguro que me entienden porque están aprendiendo español :P.

Este sábado fue mi cumpleaños

El días 3 de Febrero es mi cumpleaños, pero como siempre cae en exámenes no suelo celebrarlo hasta mucho más tarde. Este año no ha estado mal. Cecilia y Lidia se presentaron en mi puerta con un ramo de tulipanes y nos fuimos a comer al Barfußer, uno de los mejores sitios para comer en Ulm. Después nos fuimos de compras porque mis padres me habían dado dinero para que me comprara lo que quisiera. (Lo que se dice un día frívolo XD ). Por la tarde me dormí una siesta que me llegó hasta el hígado, hablé un poco con mi familia y con mi novio, y por último me fui a una fiesta que había en la Gutemberg. La fiesta era del cumpleaños de un mejicano que se llama Erik, y allí había un chino que también cumplía ese día. ¡Hay que ver la gente que cumple en febrero! Pues bueno, me felicitaron todos y me regalaron una tetera encantadora, con canción de cumpleaños feliz incluido, sin olvidar mencionar un boli chulo con luz que me dió Mariafer.
El día fue bueno, pero me acosté tardísimo, me ha costado levantarme hoy a las 7, pero así es la vida del estudiante, jajaja.

martes, enero 23, 2007

¡¡Nieve por fin!!

La larga espera ha merecido la pena. No sé si alguna vez he visto (y no me refiero lejos, ni por la tele...) nieve, y si la he visto era muy pequeña para acordarme. Pero, madre mía, qué bonita es la nieve.
Esta mañana ha aparecido todo nevado y estaba deseando que se acabaran mis cuatro tediosas horas de clase para darme un paseo por el bosque. Si la nieve ya es preciosa encima de las casas, en la calle o en los coches, imagináos cómo es en el bosque... Es algo mágico. No sé porqué la gente dice que los inviernos son tristes.
He estado como 45 minutos andando por la nieve, jugando, haciendo un par de ángeles, y hasta me he tirado por un pequeño terraplén a modo de tobogán, como está tan blandita no te haces daño. Además no hace tanto frío como yo pensaba y no está tan húmeda a sí que puedes jugar mucho rato sin tener que volver a tu casa a cambiarte de ropa.
A ver si mañana convenzo a Cecilia para que se venga conmigo a jugar. Esta tarde no uedo porque aquí a las 16:30 ya es de noche.
Ahí tenéis unas muestras de lo chulo que ha estado.

lunes, enero 22, 2007

Lago Constanza y Theresia Schneider

El domingo 21 de enero fue santa Inés, y como todos los domingos me levanté temprano para ir a Weihungzell a misa con mi amiga alemana, Theresia. Yo llevaba un lector DVD, DivX y de todo, envuelto para regalo porque quería regalárselo a Theresia que no tiene. Cuando volvimos de misa le dije que era mi santo y ella me propuso ir a cualquier sitio que a mí me gustase. Yo había quedado con Cecilia para ver una exposición de pintura Berlinesa, así que Theresia y yo fuimos a preguntarle si se venía con nosotras, pero ella estaba ya acompañada por Davinia, así que ellas se fuero a la exposición y yo con Theresia. El DVD le gustó mucho, el único fallo es que ella no tiene TV, así que o se compra una o se lo tengo que enchufar al ordenador.
Bueno, el asunto es que decidimos ir a Konstanz, que es una ciudad "am Bodensee", en el lago Constanza.
Tardamos una hora y media en llegar a Meersburg, y cogimos el Ferry hasta Konstanz. Hacía mucho viento y había olas pequeñitas, pero Theresia estaba preocupada porque decía que las olas eran muy grandes. Algún día tendré que enseñarle el mar de verdad para que deje de reocuparse XD. Llegamos a Konstanz y comimos en un restaurante chino, eran ya las 15 y los alemanes comen a las 12, la pobre Theresia estaba casi muerta de hambre.
Luego nos dedicamos a pasear por la ciudad, el caso antiguo y a visitar una iglesia y la catedral. La ciudad es preciosa y muy tranquila, con un paseo encantador a orillas del lago y con esa deliciosa arquitectura alemana que hace que los edificios formen parte integrnte de la naturaleza del paisaje. Me encantaría vivir allí. Desde el lago constanza, como el día esta muy claro, pudimos ver las montañas nevadas de Alemania, Suiza y Austria.
Cuando se puso el sol empezaron a surgir las primeras luces de la calle, el paseo, las casas, luces tenues pero firmes que no contaminaban la belleza del cielo (como sí sucede en España). La vuelta en Ferry con esos juegos de luces y oscuridades fue mágica.
Theresia estaba muy contenta de haber venido y yo creo que fue un excelente "Namestag" (día del nombre), como lo llama ella.
Arriba podés ver a mi amiga Theresia, enmedio Meersburg visto desde el Ferry en el que viajábamos hacia Konstanz a la ida, y abajo el atardecer en Konstanz desde el paseo que hay al lado del lago.

La fiesta romana

A algunos erasmus, entre ellos creo que el más significativo es Tiziano, se les ocurrió la idea de hacer una fiesta en Heilmeyer para dar la bienvenida a los erasmus nuevos que vinieron en navidad. La fiesta fue temática sobre los romanos, así que todos nos vestimos con togas hechas con las sábanas que pudimos encontrar y muchos imperdibles para que no se viera nada (que una cosa es ser romano y otra ser indecente XD). Todos llevamos algo de comida, yo hie un bizcocho con emanems y me salió delicioso, no es que lo hubiera hecho yo ;). Había pzza hexh por Tizziano, unos canelones de los catalanes, una tortilla de cecilia y además compraron uvas, como no, todo ello regado con cerveza que para algo estamos en Alemania. En cuanto tenga las fotos, las pongo, pero me dejé la cámara en los pantalones y las togas no tienen bolsillos :P. Las fotos me las tiene que pasar Cecilia. Yo me retiré sobre las doce y media porque el domingo tenía que madrugar, pero todo salió muy bien y la gente se lo pasó en grande.

Cena con las polacas

Más ocasiones para comer, ¡estupendo!
Las polacas son dos chicas de Polonia (nadie lo hubiera adivinado) que estudian matemáticas mezcladas con informática. Son un encanto, pero no suelen acudir a las fiestas ni a las reuniones porque en Polonia parece ser que la vida está tres veces más barata y por eso pasan algunos apuros económicos. Pero sin embargo son generosas y más de una vez me han ayudado con los ejercicios de matemáticas, invitado a un té o regalado un chocolate. Así que cuando vine me propuse darles un pequeño homenaje. Estaba ya faltando a la cortesía y a las buenas costumbres españolas de los anfitriones en no invitarlas a cenar.
Así que aprovechando que me había traído turrones de España (sé que les encantan los dulces) y que de la cena con mis compañeros de piso sobró bastante comida, las invitamos a cenar Cecilia y yo (mi inseparable compañera de "fatigas"). Quedamos temprano, a las 20:30 porque parece que en Polonia cenan a esa hora o antes, pero la cosa fue tan bien que hasta las 00:30 no terminamos. La conversación fue interesante y divertida, la compañía excelente y la cena no estuvo mal, aderezada con polvorones madrileños donados graciosamente por nuestra corresponsal erasmus de Madrid, Cecilia. :)
Ahí tenéis una muestra de lo que fue.

Cena con mis compañeros de piso

Los alemanes son lentos en hacer amistades, pero una vez que ya te consideran amigo, su fidelidad es muy fuerte y son amigos de verdad. Así que intento hacerme amiga de mis compañeros de piso. Al principio de llegar yo tuvimos lagunos roces por la falta de comunicación que por supuesto ya están arreglados. Uno de mis compañeros de piso, Peter (el único austriaco, los demás son alemanes) parece ser que fue a España (Valencia) de vacaciones y se quedó enamorado de la cocina española. Cada vez que he cocindo algo para una fiesta, una tortilla de patatas o un bizcocho, él asomaba la cabeza y olía el aire. Pero antes de venirme, ya fue el colmo. Estaba harta de tanta comilona y me hice un tomate a la plancha con champiñones salteados a la salsa verde (lo más sencillo del mundo). Bueno, pues sale de su cuarto, me ve con el plato en la mano y dice: "delicious!". Yo ya no sabía so reirme o qué, así que le dije que al volver de vacaciones les haría a todos una degustación de comida española. Esa degustación fue la semana pasada. Preparé una tortilla de patatas, un pastel murciano (que se me chamuscón un poco pero a pesar de ello se lo comieron sin rechistar como si fuera lo más bueno del mundo) y una paella (Mama, gracias por la receta). Todo ello regado con dos botellas de vino Freixenet rosado que llega a Alemania (lo he comprado aquí pero yo no sabía ni que eso existía). Luego las botellas se acabaron, pero julia trajo más vino (italiano) de su cuarto y al final la cena fue muy distendida, gracias también a la agradable compañía de mi amiga Cecilia que tuvo a bien venir a ayudarme. No hice fotos, estaba muy ocupada y muy cansada después de cocinar para seis personas, pero ahí queda la historia.

De vuelta a la "rutina" de Ulm

Ya estoy otra vez en Ulm, después de las navidades. (Llegué el jueves 11 a las 3 de la mañana a mi apartamento). Una vez aquí todo es vuelta a la "rutina": clases en las que a veces me entero de todo y otras me entero de un 25%, agotadoras sesiones de hacer problemas en diferentes materias, el mal trago de pedirle apuntes a cualquier compañer@ de clase alemán, y por supuesto las fiestas, que en Heilmeyer siempre han sido una excusa para comer. Un ejemplo de esas fiesta ya ha empezado...

domingo, enero 14, 2007

Las Vacaciones de Navidad

Las vacaciones de Navidad han sido un buen ejemplo de lo bien que funciona la relatividad cuántica. Y lo digo porque se me han echo, en cuantía de horas, las más cortas de mi vida. Ha sido un poco agobiante eso de verse midiendo el tiempo para poder repartirse entre amigos, (un saludo muy fuerte a los Gambóa que me los he dejado en el tintero por desgracia), familia (con mi abuela más abuela que nunca, ya veremos...) y novio (encantador, como siempre, y más solícito que nunca). El asunto es que así que vinieron, se han ido las vacaciones y estoy otra vez en Ulm intentando terminar esta carrera que tan pronto me dá satisfacciones como me lleva por el camino de la amargura. Lo bueno es que los papeleos erasmus parecen haber llegado a su fin con buen término y lo que resta (como si no fuera gran cosa) es aprobar todas las asignaturas. Pero esta me la termino yo como sea, aunque tenga que usar el llanto femenino tan socorrido ;). Bueno, ya os iré contando lo que pase por aquí, pero este periodo pienso estar más centrada y menos juerguista. En una foto podéis ver un árbol de Navidad que no se ha visto más cargado en su vida y en la otra el modelito tradicional alemán que me puse en Nochevieja.

lunes, diciembre 18, 2006

Chocolatada

Se me había olvidado ponerlo, pero hace como un mes hicimos una maxichocolatada en la habitación de Lidia. Nos fuimos el sábado temprano al mercado que ponen debajo del Münster y compramos fruta. La verdad es que es de muy buen calidad y esta a un precio inmejorable para lo que es Alemania. Compramos más de un quilo y medio de chocolate para fundir y muchísima fruta: manzana, pera, melón, naranja y plátano. Lo pelamos todo, lo cortamos en pedacitos y con un tenedor lo mojábamos en el chocolate al estilo founde. Nos quedó delicioso. Esa noche fue buenísima, y tengo una foto de Cecilia toda manchada de chocolate que merece la pena, lo que pasa es que no estoy autorizada a publicarla por internet XD.

sábado, diciembre 16, 2006

Cena multitudinaria en Gutembergstrasse

Ayer por la noche nos reunimos todos en una cocina de la Gutemberg a comer pizza, yo hice dos tortillas de patatas que cayeron enseguida y Sezén hizo una especie de bizcocho turco bastante bueno. Era la despedida porque muchos se van este fin de semana a casa, y los que quedan nos vamos la semana que viene, que ya tenemos ganas de ver al novio y a la familia. Pues allí las pizzas salían del horno sin dolor, creo que me comí unas dos pizzas yo sóla, con patatas mojadas en salsa, sangría, cerveza (como no) y probé un poco de amareto, un licor italiano que sabe muy dulce. Con zumo de naranja está muy bueno. Pero de ahí si que me volví prontito, menuda carrera nos dimos Cecilia, Sezén y yo para llegar a Theater a la 1:30 y pillar el autobús. Pero bueno, hay que descansar también, que tanta fiesta no puede ser.

Fiesta de Navidad el la uni

La foto sale fatal, pero es la única que tengo:

Pues nada más venir cargadas de bolsas del mercado de Navidad, tuvimos, Lidia, Cecilia y yo, que ir a la Uni para comprar la entrada de la fiesta de esa noche, que consistía en pagar 3 E y te ponen un sello invisible en la mano que sólo se revela con la luz esa blanca de las discotecas. Después fuimos a una Pizzería que hay enfrente de la Heilmeyer y Ceci nos invitó a pizza. (Por cierto, el Alemania "peperoni" significa pimientos picantes, que los he sufrido en mis carnes). Luego fuimos a cambiarnos de ropa y llegamos a la fiesta a eso de las 11 de la noche. Estuvo bien porque había sitio donde removerse, la gente que quería fumar se iba fuera, y hasta pusieron los Beach Boys. Yo bebí una mezcla de fanta naranja con cerveza porque desgraciadamente no había Radler. Al final nos fuimos a las 3 en el bus gratuito que la uni nos proporcionó. Pero al llegar a Heilmeyer muchos tenían hambre y nos fuimos al piso de Cecilia a que Tiziano nos cocinara unos espaguetis buenísimos. Luego un cola cao y a las 5 a la camita, lo que se dice una buena noche.

El mercado de Navidad de Ulm

En contra de lo que se pueda pensar debido a que Nürnberg es más grande, el mercado de Navidad de Ulm no desmerece para nada. La verdad sea dicha: es un poco pequeño, pero lo compensa de sobra al estar situado bajo la imponente sombra de la torre gótca más alta del mundo. Es como un mundo aparte, un corral de madera que tiene casetas dentro, cada cual más atrayente. Ahí tienes el Glühwein, allí el Apfelküchle (como un gofre de manzana pero con forma de torta), allí gofres, un poco más allá fruta confitada y por supuesto muchas salchichas y chucrút (que me he enetrado recientemente que es "typischerweise Deutschland" ). Podría considerarse que ese es el mayor atractivo del mercado ya que alrededor de esas casetas se amontona el grueso de la gente. Pero también hay una banda en directo al pie del Münster, casetas de artesanía en madera, belenes, tiendas de miel, velas, y hasta de cristal, con el añadido de un taller de soplar cristal donde te enseñan maravillas. El el centro hay un gran árbol con muchíiiiisimas luces y al pie de este un belén a tamaño natural con un burro y obejas de verdad. La verdad es que te dejas las perras porque no es barato precisamente, pero es el sitio perfecto para comprar algunos regalillos de Navidad para llevar a los tuyos. Estos alemanes serán lo raros que tú quieras pero saben hacer las cosas.

Patinaje sobre hielo

Bueno, todavía no he visto la nieve cuajada en el suelo porque este invierno se resiste a venir en el sur de Alemania, pero ya puedo decir que he visto hielo. El martes pasado fuimos una porrada de erasmus a patinar, y después de una pequeña trampa en la entrada, gracias a la cual entramos casi gratis, nos dimos cuanta de que era la "Happy Hour" y sólo pagamos 2.50 E por alquilar los patines dos horas. Fue muy divertido. También me dí cuenta, pero eso era algo normal, de que he olvidado todo el patinaje artistico que aprendí de pequeña, y que estoy muy fofa. Me caí por lo menos tres veces, pero no me hice daño porque, eso sí, a caer con el culo también hay que saber. La verdad es que la mayoría éramos muy novatos, pero nadie tuvo ninguna caída de gravedad, aunque creo que la rodilla de Pepe Toni no volverá a ser la misma en mucho tiempo. Al día siguiente muchos tenían agujetas, pero curiosamento yo no. El asunto es que nos hemos enamorado del hielo y queremos más. Aunque en Murcia poco hielo hay, algún día tendré que llevarme a mi novio a las pistas de patinaje de Elche a hacer el singuango un rato.

sábado, diciembre 02, 2006

Mercado de Navidad de Nürnberg

En Alemania son muy comunes los mercados de Navidad, sin ir más lejos en Ulm tenemos uno al pie del Münster. A decir verdad todavía no he ido, pero en breve planeo ir. Pues bien, el mercado de Navidad de Nürnberg es el más famoso de Alemania. Allí he pasado el día y es precioso. Está al pie de la iglesia que veis en la foto. Hay un montón de puestos como de madera con diferentes cosas, artesaní en madera, bolas navideñas y otros artículos de cristal, juguetes nuevos y antiguos (había un puesto especial sólo para “Playmobil”), salchichas (cómo no, después de todo estamos en Alemania) y Glühwein, que es un vino caliente con aroma de canela que te quita el frío del cuerpo. Está muy sabroso y realmente calienta que parece mentira. Había tantas cosa bonitas que uno no sabía donde mirar. Había hasta una banda de música tocando en directo villancicos españoles (seguro que se habían enterado de que yo iba, jajaja). Si tenéis la oportunidad de ir no os lo perdáis, había tanta de gente que casi no se podía andar por la calle, pero supongo que entre semana estará más calmado. Las cosas de artesanía son un poco caras, pero el Glühwein y las salchichas están a un precio de risa y te lo pasas en grande.