Más ocasiones para comer, ¡estupendo!
Las polacas son dos chicas de Polonia (nadie lo hubiera adivinado) que estudian matemáticas mezcladas con informática. Son un encanto, pero no suelen acudir a las fiestas ni a las reuniones porque en Polonia parece ser que la vida está tres veces más barata y por eso pasan algunos apuros económicos. Pero sin embargo son generosas y más de una vez me han ayudado con los ejercicios de matemáticas, invitado a un té o regalado un chocolate. Así que cuando vine me propuse darles un pequeño homenaje. Estaba ya faltando a la cortesía y a las buenas costumbres españolas de los anfitriones en no invitarlas a cenar.
Así que aprovechando que me había traído turrones de España (sé que les encantan los dulces) y que de la cena con mis compañeros de piso sobró bastante comida, las invitamos a cenar Cecilia y yo (mi inseparable compañera de "fatigas"). Quedamos temprano, a las 20:30 porque parece que en Polonia cenan a esa hora o antes, pero la cosa fue tan bien que hasta las 00:30 no terminamos. La conversación fue interesante y divertida, la compañía excelente y la cena no estuvo mal, aderezada con polvorones madrileños donados graciosamente por nuestra corresponsal erasmus de Madrid, Cecilia. :)
Ahí tenéis una muestra de lo que fue.
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