lunes, octubre 09, 2006

Llegada de una paleta en apuros

La experiencia fue única. Era la primera vez que montaba en avión y fue presioso. Las nubes describían formas perfectas, como nieve, como bolitas de algodón y algunas parecían fruta glaseada... Volar es precioso. Al llegar al aeropuerto de Munich no fue muy dificil encontrar las maletas, pero las habían puesto en una cinta de un vuelo diferente. Por suerte Cecilia (una madrileña muy simpática que esta conmigo de esrasmus también) sabía más alemán que yo y las encontramos. Intenté hacerme entender de un hombre muy simpático que vendía billetes de tren y cogimos un S-Bahn (nº 8) y un RE (tren regional) hasta Ulm. Una vez llegamos a la Haupbahnhof (estación central de tren) de Ulm, nuestro tutor erasmus, Stefan, esperaba en el andén con un cartel enorme. Al contrario de lo que nos pensábamos Stefan no es alto rubio y con ojos azules. Será porque Ulm está en el sur de Alemania, pero es bajito, tiene el pelo castaño oscuro y los ojos verdes. Lo primero que nos enseñó Stefan es a lidiar con una máquina que expende los billetes de tren y compramos por 32 Euros una tarjeta para todos los autobuses durante un mes. Aunque bueno, aqui no te piden el billete cuando te subes. El bus se para, abre las puertas todas y tú te subes por la que más te convenga. Pero a partir de las 20.30 h hay que entrar y salir por la puerta del conductor y enseñar el billete. Después de eso nos fuimos directos a ver la residencia.

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